Nutrición
Una dieta equilibrada es aquella compuesta por alimentos que nos aporten los nutrientes necesarios y en las cantidades apropiadas para tener una salud óptima. Este tipo de dieta se basa en el consumo de productos preferiblemente frescos, en su estado natural, y variados, en las cantidades apropiadas. La relación de alimentos que aportan los nutrientes necesarios para conseguir una dieta equilibrada, y sus correspondientes cantidades, viene representada en la pirámide de los alimentos.
Las almendras pueden consumirse como tentempié, aunque también se usan para la elaboración de otros alimentos, como dulces, cereales o helados para aumentar su atractivo. El mayor uso es para confitería, donde las almendras se añaden para intensificar el sabor y admisibilidad del producto, rebajando el dulzor del producto final, aportando también una textura crujiente y aumentando el valor nutritivo.
Composición y propiedades
La almendra tiene un alto contenido proteico y de fibra dietética. Es un alimento energético ideal para el frió. Favorece la subida de la leche materna, mejora problemas del sistema nervioso y es desinfectante a nivel intestinal.
La leche de almendras está recomendada en personas con problemas hepáticos, personas desnutridas, eccema infantil, en diarreas por intolerancias digestivas (celíacos), favorece el desarrollo de los niños.
100 gramos de almendra:
- Contenido calórico (Kcal) 634
- Hidratos de carbono (g) 5,43
- Fibra (g) 9,57
- Proteínas (g) 22,60
- Contenido graso total (g) 58,00
- Ácidos grasos saturados (g) 4,46
- Ácidos grasos monoinsaturados (g) 42,38
- Ácidos grasos poliinsaturados (g) 11,16
- Colesterol (mg) menor a 1
- Vitamina E (mg)* 9,57
- Calcio (mg)* 240.0
(Estos valores pueden variar ligeramente dependiendo del tipo de variedad)
Importancia de la almendra en la salud
Este fruto seco es una de las pocas fuentes de proteínas vegetales que contiene arginina, un aminoácido esencial para los niños.
A pesar de su aspecto seco y homogéneo, la almendra posee una cantidad notable de fibra soluble (1%). Es ideal para estimular los movimientos intestinales y para conferir sensación de saciedad.
Es también rica en proteínas, cantidad similar a la carne. Por ello en las dietas vegetarianas las almendras y los frutos secos en general tiene una gran importancia. El contenido de hierro es otra de las virtudes de este delicioso fruto seco.
El magnesio, fósforo y manganeso también son otros de los minerales que aporta este fruto seco en cantidades nada despreciables.
Grasa, un regalo para las arterias
Los beneficios de las almendras para la salud de las personas son múltiples. Tiene un 52% de grasas. De ellas, dos terceras partes corresponden a ácido oleico. Esto quiere decir que comer almendras es similar a tomar aceite de oliva desde el punto de vista cardiovascular. Tanto es así, que se ha demostrado que en comunidades en que se consumen dosis altas de almendras, la incidencia de enfermedades cardiovasculares es menor.
Otro punto a tener en cuenta es su contenido en ácido linoléico (omega-6), ácido graso esencial para el organismo que éste no sintetiza y que le es necesario obtener de la dieta.
La almendra y el crecimiento
Las almendras por la serie de elementos esenciales que tienen para nuestro organismo, hacen que su consumo sea adecuado en condiciones de crecimiento, siendo un buen complemento para la dieta.
La almendra y el envejecimiento
Es uno de los frutos secos con mayor aporte de vitamina E, una vitamina cuya ingesta a menudo está por debajo de lo que sería recomendable y que ejerce un valioso papel antioxidante. 50 gramos diarios de almendras crudas cubren las necesidades por día de esta vitamina.
La almendra y la diabetes
El control de la dieta es esencial en los diabéticos que no dependen de insulina. La almendra pude formar parte de la alimentación de un diabético.
Por una parte, se sabe que la asociación de la fibra con los azúcares provoca una disminución en la velocidad de absorción de la glucosa, lo que hace que el aumento de los niveles de glucosa e insulina sea moderado.
La almendra y el cáncer
Las almendras presentan un elevado contenido en fibra, elemento que, entre otras ventajas, permite aumentar el volumen de los excrementos y diluir así el ácido biliar, lípidos y esteroles, haciendo que disminuya el riesgo cancerígeno de éstos en el colon.
La almendra: una «aspirina» natural
Considerada «remedio de todos los males», la aspirina es el remedio más popular, extendido y aceptado. La alternativa natural a este producto consiste en comer un puñado de almendras, aunque sus efectos sean más lentos. La explicación radica en que las almendras contiene una buena proporción de salicilatos, sales formadas por ácido salicílico y una base que constituyen el principal agente activo de la aspirina, al que se deben los milagrosos efectos de este popular fármaco. Además, por su alto valor calórico y proteínico, las almendras ayudan a la regeneración del sistema nervioso y son un buen antiséptico intestinal.
La dosis recomendada
Los expertos están de acuerdo en que una dosis recomendable de almendras para una persona sana es de unos 25 gramos al día (20 unidades), estando especialmente recomendada a niños, por su riqueza en calcio y proteínas; a vegetarianos, por su aporte en hierro y proteínas; y a personas aquejadas de hipercolesterolemia, osteoporosis, déficit de peso, diabetes e intolerantes a la lactosa.
Leche de almendras
Especialmente indicado para embarazadas, lactantes, para combatir enfermedades nerviosas, la desnutrición, la debilidad, la anemia. En las enfermedades de los niños, cuando se presenta en ellos fiebre, es el sustituto ideal de la leche de vaca (no conviene a las personas cuando padecen diarrea).
Preparación: tomar entre 5 y 20 almendras, se dejan remojando en agua fría, de la noche a la mañana siguiente; se les quita la piel, se licuan y se cuelan; se toma lentamente a temperatura ambiente. En resfriados o gripe esta bebida favorece la eliminación de toxinas.
En resumen, las almendras representan nutrición y salud con sabor. Son las almendras la fruta seca sin colesterol que agradará a los consumidores más exigentes y a los fanáticos de la salud.
Gastronómicamente es uno de los frutos secos más importantes por su sabor, aroma y posibilidad de elaboración y como base cosmética.