Procesos y calidad 01

Recepción de la almendra

La almendra que llega a las instalaciones de zaral es analizada en el acto con el fin de verificar sus características tanto físicas como microbiológicas.

El departamento de calidad de zaral constata que la almendra adquirida se ajusta a los parámetros exigidos, con el fin de poder asegurar al cliente la calidad de producto acordada.

Calibrado

En esta etapa del proceso la almendra se clasifica y separa por diversos tamaños, según el tipo de almendra, de los usos a los que se vaya a destinar y de las exigencias del cliente.

Repelado

El repelado es el proceso mediante el cual la piel marrón de la almendra (tegumento) se desprende del grano. En esta etapa se controla muy cuidadosamente la temperatura y tiempo de escaldado (la humedad de la almendra no ha de superar nunca el 6%). Este control es imprescindible para que la almendra mantenga sus propiedades organolépticas.

Selección

La almendra, ya clasificada por tamaños, pasa por dos procesos de selección, como mínimo, de manera que quede exenta de granos imperfectos o materias extrañas.

Ambas selecciones son realizadas mecánicamente, mediante maquinaria de última tecnología y manualmente, por personal cualificado y con amplio conocimiento en las distintas variedades de almendras.

El grado de selección va a depender de las exigencias del cliente y de los usos a los que va a ser destinada la almendra.

Industrializados

Los granos de almendra repelados, seleccionados y exentos de materias extrañas, pueden ser destinados a la elaboración de filetes, palitos, granillo y harina de almendra, productos que son materia prima base de industrias como la pastelería, bombonería y heladería.

Distribución

El producto final, una vez envasado, etiquetado y paletizado, es entregado en las instalaciones del cliente, tanto nacional como internacional, en el mínimo plazo de tiempo posible, mediante los medios que permiten asegurar las condiciones óptimas de mantenimiento y conservación en su transporte.